sábado, 19 de julio de 2014

Dia 11. Up & Down, Up & Down...

Vilela --> O Bisonte (Mondoñedo) 32 km cuesta arriba.

Sale el sol, madrugamos mucho, muchísimo,  esto ya se ha convertido en algo sencillo para las hermanas desastre.
Arreglamos sacos, mochilas y demás familia, nos ponemos nuestra crema mágica muscular que revitaliza cuerpo y mente y bajamos a desayunar, un plátano y una barrita energética que nos regaló un peregrino ciclista hace un par de días y que nos convierte en corredoras de maratón más que tranquilas peregrinas.

Recogemos la ropa que habiamos lavado el día anterior,  pero judith tiene la magnifica idea de dejarla en el suelo. RESULTADO: toda la ropa limpia sucia.


Las mil y una cuestas
Emprendemos la marcha, una cuesta, otra, otra, otra ...., consiguen que bauticemos este día como el día de las cuestas. Tras 16 km de cuestas, a las 12 de la mañana habiamos llegado a San Xusto, dondo tomamos fuerzas con un café delicioso junto a un abuelito de Álava o Avila ( aún no nos queda claro), quien a sus 72 años de edad no duda en "meterse entre pecho y espalda" un bocata de chorizo y tortilla de patata acompañado de un litro de cerveza, como combustible para luego seguir su marcha durante 10 km más.  Todo un ejemplo a seguir.
Aquí conocemos también a Ashilld, una señora sueca que anda a un ritmo que ya quisiéramos muchos con la que volveremos a coincidir más adelante...

Tras esta pausa, nos ponemos en marcha de nuevo con más energía que nunca y ya en Lourenzá, con más de 20 kilómetros en la mochila, coincidimos con Edu e Inmanol, los peregrinos tramposillos, que sufrieron un leve percance (caída lateral muy graciosa a punto de convertirse en desprendimiento por un barranco gallego) en una de las interminables cuestas del día.



Catedral de Mondoñedo

Conseguimos llegar a Mondoñedo,  donde picamos algo en frente de la catedral (si, Mondoñedo es una de las siete capitales de Galicia y cuenta con catedral propia),  tras ello nos faltaban únicamente 2km para llegar a casa de Karmela, una pintora madrileña auténtica que nos acoge como si fuésemos parte de su familia.




Kasa Karmela 
Nos enseñó su casa, de piedra original antiquísima, que le ha cambiado la vida, pues ahora se dedica a compartir su día a día con aquellos peregrinos que decidan hacer una parada (completamente obligatoria y recomendable por nuestra parte) allí.

Nos preparó una cena riquísima, acompañada de un buen vino y una paz que realmente era necesaria tras todos estos días de "non-stop".




PD: nos habíamos olvidado de mostraros nuestro nuevo método de recogida de cosas que caen al suelo debido a las limitaciones que nuestro cuerpo sigue regalándonos.

Metodo de recogida de cosas caídas

Eperamos haberos sacado alguna que otra sonrisilla con este diario de caminantes.

Un abrazo,

#PiliyMili

1 comentario:

  1. E que sepáis que Karmele nació en Madrid pero es vasca!!! Que ella misma lo dice... jajajajaj

    Eneko

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