lunes, 21 de julio de 2014

Día 14. Cerrado por vacaciones!

Hoy los kilómetros no cansan ni agotan, las mochilas no pesan y nuestros pies no sufren. Hemos cambiado las botas, (compañeras de camino) por las sandalias de montaña. Pero seguimos siendo fieles a nueatro uniforme de peregrinas profesionales (tampoco tenemos mucho dónde elegir).

Comenzamos el dia desayunando en un centro comercial, dónde somos conscientes desde que entramos de que nos hemos vuelto un poco salvajes y no podemos dejar de sentirnos como extraterrestres en la civilización. Aquí es dónde, aprovechando que estamos en rebajas (nos damos cuenta al llegar), compramos un par de atuendos para lucir próximamente en Santiago (hemos recuperado nuestra feminidad, ¡volvemos a ser niñas!).

Puerto de Fisterra

Llegamos a finisterre tras dos horas de autobús (lo que nos da un poco de vergüenza, pues el acuerdo al que habíamos llegado ayer,  era el de caminar hasta Finisterre, pero tras la insistencia de Caramela de que nuestros cuerpos se han declarado en vacaciones, y de que hemos sido unas campeonas estos días,  finalmente tomamos el bus).




Al llegar al albergue de peregrinos,  (el cual no podía tener mejor pinta), nos informan que ésto es solo para caminantes (qué sensación tan extraña,  el no poder decir que somos dos ellas...).
David, un voluntario del albergue, nos informa de que es parada obligatoria ir a la playa de Mar Da Fora (una playa salvaje, en un espacio natural, dónde a pesar de lo que nos a costado encontrarla, hemos conseguido dormir una , muy buena siesta).

Playa Mar da Fora, Fisterra

Ya de vuelta, sobre las 19:00, Yuka, un cachorrillo muy simpático, decide acompañarnos de vuelta al albergue (a pesar de la insistencia del dueño por su regreso).

Se nos ha olvidado comentar, que el albergue en el que estamos, es más una casa que un albergue,  pues viven en él, el dueño su mujer, los hijos, los nietos e incluso el encargado a quién le ha quitado la llave para darnosla a nosotras y así poder volver cuándo queramos (gracias Eneko , por enseñarmos a hacernos con el control de los albergues).


Más tarde un paseito por el pueblo, una cervecia, una rica ensalada acompañada de una parrillada de pescado y un cachito de tarta de Santiago con vistas a la Costa Da Morte, hacen de éste, otro día especial en nuestra aventura.

Ansiosas y con muchas ganas de ver a nuestro equipo entrar en Santiago, nos despedimos con un fuerte abrazo desde el fin de la tierra.



#PiliyMili

PD: Coli se ha declarado en vacaciones, y Ju va por el mismo camino.

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