lunes, 6 de junio de 2022

CAMI DE CAVALLS vol.3

SON XOROI - CALA GALDANA

“El merluzo y los gorrioncitos que se comen la comida”


Comenzamos la jornada con un desayuno de campeonas en nuestro maravilloso hotel.

Una vez en el buffet, bien vestiditas de montañeras, nos ponemos manos a la obra en nuestros dos objetivos: 1. Desayunar como princesas y 2. Equiparnos con la comida y merienda del día! :)

De repente una empleado del hotel se acerca a nuestra mesa de desayuno donde habíamos dejado un plato con 3 barras de pan abiertas listas para nuestros bocatas y le comenta a Bea que “hay ciertos gorrioncillos en el hotel, que se llevan la comida…” Bea sin entender, se ríe y le dice que qué curioso, pero el hombre insiste hasta pedirle la tarjeta del hotel y asegurarse de que estábamos  alojadas allí… vaya! Con lo elegantes que nos sentíamos nosotras!

Nos despedimos del Hotel y rumbo a nuestro segundo día de marcha.


Tras un ratito de camino, llegamos a la primera calita, donde desplegamos toda la ropa húmeda que llevábamos colgada tras nuestra colada casera y llegamos a la conclusión de que a pesar de haber lavado con empeño todo, nada huele a limpio y que “lavar sin lavadora no es lavar” Pero todo se nos pasa con un buen chapuzón fresquito.


Seguimos con nuestro camino y tras disfrutar de unas vistas espectaculares, llegamos a cala turqueta, donde conocimos a 3 francesas que
también  estaban haciendo Cami de Cavalls también, pero en un nivel algo mas experto pues habían hecho parte del camino del norte, donde haces varias etapas seguidas sin encontrar ningún punto de abastecimiento y donde la holografía es bastante mas abrupta. Aún así, nos sentimos muy en forma al volver a retomar la marcha y darnos cuenta de que NOS HEMOS HECHO A LAS MOCHILAS, y prácticamente (léase el prácticamente entre comillas), no las notamos!

Avanzando nuestro rumbo, nos encontramos con cala Macarella, donde conocemos a un vasco-catalan que nos recomienda retroceder en nuestra ruta para no perdernos Cala Macarelleta, o “la bonita” según nuestra querida Olatz, que es sin duda, un espectáculo con una escalera curiosa de acceso, pero que sin duda merece la pena. ❣️

En esta cala, nos quedamos un ratito tranquilas y conocemos a unos chicos que, cosas del camino, nos amenizarían la ultima etapa del día al encontrarlos de nuevo más adelante, contándonos batallas variadas que dieron mucho de si, como el trabajo de uno de ellos como político de Vox.

Llegamos al hotel Ilunion, un complejo completamente adaptado donde, tras una compra de auténticas profesionales ya (somos unas pro de los supermercados menorquines), disfrutamos de una cenita deliciosa acompañada de un vino blanco de la isla, y muchas risas gracias a un tendedero de 40 centímetros de alto.



Con esto, y una prueba de haber superado con creces el dia,despedimos la segunda etapa de nuestra aventura! :)












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